Pues no. Creo que la incrementa. Tampoco es verdad: la aguza, quizás, o la educa. Pero aún así yo sigo siendo un maleducado gastronómico: "n'est pas gourmand qui veut".
A ver: no me alimento mal, Delantal. Hago lo que puedo. Leo menos de lo debido, cocino mediocremente y me engordan las malas ideas.
La dieta, Lucía, no es carnal, afortunadamente. Ni tampoco carnívora. La empiezo los lunes a medio día y ya, martes por la noche, la he roto. Espiritualmente.
Y en fin, Starbase, la discusión entre gormand y gourmet es antigua y aburrida. Tampoco gourmand es el glotón ni gourmet el sibarita. Se puede dejar de ser educado. En esa fase estoy.
Lo jorobado es lo mío. La dieta, no espiritual, carnal de proteína pura y dura y sin ningún otro tipo de abstinencia, la suelo comenzar todos los lunes de mi vida. Y suelo romperla los mismos lunes a mediodía. ¡¡¡Eso sí que es una puñeta, mi querido amigo!!!...
Sobre ayunos ya hay mucho escrito. O sea que no vamos a redundar. Pero sobre abstinencias, qué quieres que te diga, ni las que manda la Santa Madre Iglesia.
Ay ! pues lo mío es taaaan triste con la dieta. Yo empiezo el lunes comiendo ensaladitas y verduritas y cosas sanas. Ceno ligerito y esas cosas. Formal, formal. Sólo las dos onzas diarias de chocolate. Pero eso es medicinal, así que no engorda. Fantástico. Para el viernes ya estoy estupendísima de la muerte. Pero el fin de semana la lío y la lío y encima soy de esas que dicen: "es que si no puedo comer esto no merece la pena vivir" y bla bla, vamos melodramática total..y el lunes vuelta a empezar arffff a qué es triste? ja ja
Y si el fin de semana decides que lo empiezas el jueves por la tarde, ahora mismo, pues qué quieres que te diga: entonces sí que me vuelvo maleducado del todo, traidor, inconfeso y mártir. También hasta el lunes.
12 comments:
Con libros tan bonitos es fácil estar a dieta. El placer que tiene que producir pasar esas páginas seguro que hace olvidar el hambre..
Pues no. Creo que la incrementa. Tampoco es verdad: la aguza, quizás, o la educa. Pero aún así yo sigo siendo un maleducado gastronómico: "n'est pas gourmand qui veut".
a dieta, par ce que tu veux?
Menudo bibliófilo estás hecho¡
¿De qué tipo de dieta hablamos? ¿Espiritual, carnal...?
Y ¿Se puede dejar de ser gourmand una vez lo has sido?
Dejarlo de verdad.
Es como querer dejar de ser de un equipo: puedes dejar de mirar fútbol, pero siempre te queda el 'tole-tole'.
A ver: no me alimento mal, Delantal. Hago lo que puedo. Leo menos de lo debido, cocino mediocremente y me engordan las malas ideas.
La dieta, Lucía, no es carnal, afortunadamente. Ni tampoco carnívora. La empiezo los lunes a medio día y ya, martes por la noche, la he roto. Espiritualmente.
Y en fin, Starbase, la discusión entre gormand y gourmet es antigua y aburrida. Tampoco gourmand es el glotón ni gourmet el sibarita. Se puede dejar de ser educado. En esa fase estoy.
En esas dietas de día y medio soy especialista.
Durante esas horas te sientes mejor
Mejor sí, Pun, pero no siempre consolado.
Lo jorobado es lo mío. La dieta, no espiritual, carnal de proteína pura y dura y sin ningún otro tipo de abstinencia, la suelo comenzar todos los lunes de mi vida. Y suelo romperla los mismos lunes a mediodía. ¡¡¡Eso sí que es una puñeta, mi querido amigo!!!...
Besos.
Sobre ayunos ya hay mucho escrito. O sea que no vamos a redundar. Pero sobre abstinencias, qué quieres que te diga, ni las que manda la Santa Madre Iglesia.
Gormand maleducado y además, pecador.
Ay ! pues lo mío es taaaan triste con la dieta. Yo empiezo el lunes comiendo ensaladitas y verduritas y cosas sanas. Ceno ligerito y esas cosas. Formal, formal. Sólo las dos onzas diarias de chocolate. Pero eso es medicinal, así que no engorda.
Fantástico. Para el viernes ya estoy estupendísima de la muerte. Pero el fin de semana la lío y la lío y encima soy de esas que dicen: "es que si no puedo comer esto no merece la pena vivir" y bla bla, vamos melodramática total..y el lunes vuelta a empezar arffff a qué es triste? ja ja
Y si el fin de semana decides que lo empiezas el jueves por la tarde, ahora mismo, pues qué quieres que te diga: entonces sí que me vuelvo maleducado del todo, traidor, inconfeso y mártir. También hasta el lunes.
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