Monday, January 01, 2007

WHILE MY GUITAR GENTLY WEEPS



Quizás porque somos unos sentimentales y, para colmo, unos pudorosos que disimulamos con el plural un respeto antiguo, anticuado y la mayor parte de las veces poco respetuoso con los demás.

Porque dejamos de leer todas las almenas que nos rodean, construidas de papel y cartón y a veces tela y pocas, la verdad, de piel. Las almenas para defendernos de ese exterior que no nos gusta (la poca literatura) y barricadas, también, porque luchamos contra otros que muchas veces no sabemos o no nos atrevemos a identificar.

Porque aunque todavía contamos los años como cursos académicos (de octubre a junio) enero parece que se abre a algo más que a un frío que no nos merecemos o a una resaca que nos hemos procurado torpemente.

Y porque rebuscamos con igual o semejante torpeza en nuestras barreras, en nuestras defensas, en nuestros muros librescos una excusa para seguir escribiendo, aunque sólo sea esto, con la memoria llorando tiernamente, como la guitarra de John Lennon, quién sabe por qué pecados de los que siempre estamos a punto de arrepentirnos pero que, sin embargo, cometemos. Torpe y tiernamente.

Por eso me recomiendo desmontar los parapetos, la pila de mi derecha y el viejo Caminando por las Hurdes, de Armando López Salinas, que nadie se atreve a reeditar, y debajo la Historia de una taberna, de Antonio Díaz Cañabate, que ése sí que lo está, reeditado, y las Minutas y recetas también llamadas Vigilia reservada, de Picadillo, y una estupenda Cocina para navegantes, coordinada por Marga Font, y la divertida Cocina cómica de Juan Pérez Zúñiga, que tampoco hemos empezado (a leer o, en otros casos, a releer), y en el templete junto a la cama El caballero del salón, de W. Somerset Maugham, del que nos hemos quedado, por casualidad, en la página 60, y Praga en tiempos de Kafka, de Patricia Runfolo, que promete ser estupendo, y Stultifera navis, de Josep M. Comelles, que estamos atacando con algo más que pudor, y El pasajero en Galicia, de Álvaro Cunqueiro, que lleva artículos que no conocíamos, y un estupendo Viaje a las Islas Baleares, de Gaston Vuillier, con unos grabados preciosos, y así hasta setenta y dos, los acabo de contar, sillares para mi amurallada mala conciencia.

Manuel Vázquez Montalbán decía en Contra los gourmets, nada más empezar el libro, que el sacerdocio de éstos, de los gourmets, es menos peligroso que el sacerdocio político o que el religioso. Por algo sería. El de los ávidos, los insatisfechos y los poco conmemorativos, como nosotros, es, desde luego, laico pero demasiadas veces incivil. De todas formas os volvemos a desear un hermoso año nuevo.

3 comments:

manuel allue said...

Ahora me he dado cuenta. La guitarra de "While my guitar..." no es la de John Lennon sino la de George Harrison, como también la de "Taxman", "Here comes the sun" o "Something", joyas que, desde luego, tienen autor.

A veces, tantas veces, nos dejamos llevar por la emoción, traidora.

Karen said...

Un hermoso 2007 para ti!

manuel allue said...

Gracias, Karen, y felicidades. Que la cocina y los comensales sigamos siendo una buena excusa.

Saludos.