Tuesday, October 23, 2007
A.B.C.
Leyendo el post de hoy del Gourmet-no-tan-de-provincias (¡ni mucho menos!) me he acordado de la broma no tan piadosa de hace un tiempo de los gourmets neoyorquinos que, al preguntarles el sommelier (el “wine steward”) por el vino, contestaban, indefectiblemente, “anything but cabernet” (todo menos cabernet). Alguno, más quisquilloso o más puñetero, traducía las iniciales, como si se tratara de un acróstico, como “Anything But California”.
Guitián nos contaba hoy la historia del aumento de ventas en Estados Unidos de Pinot noir desde que un personaje de la película Sideways lo citó como metáfora de sí mismo. Seguro que el personaje no era neoyorquino.
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6 comments:
Nunca dejará de fascinarme la capacidad americana de contemplarse el ombligo. Para ellos, el "slow food" lo inventó Alice Waters, la dieta mediterránea es algo de California, y los mejores chefs están en Nueva York y el Valle de Napa. Cuando yo estudiaba periodismo, conocí a una chica que se fue a hacer parte de la carrera a Estados Unidos. Contaba que allí, en la asignatura de semiótica, sólo se estudiaban autores americanos, y tan sólo los profesores conocían a Eco o a Barthes.
"Sideways" es una película muy entretenida, y admito que me gustó mucho, pero en la vida real el pobre Paul Giamatti hubiera acabado más sólo que la una. Y en manos de un actor menos capaz, el discurso sobre el pinot noir hubiera sonado a rollito ensayado para impresionar a las chatis.
Mar:
Pero no me negarás que, al menos, como rollito para impresionar está menos trillado que otros. Aún así, como decía, más de uno se habrá pegado el planchazo con el rollito Pinot Noir. Y más de una habrá acabado la cita bostezando.
Manuel:
De provincias, de provincias. Son más unas provincias gastronómicas que geográficas, pero de las más remotas provincias. Como he dicho en alguna ocasión, intenta conseguir especias tailandesas a menos de 400 km. de mi casa, algún producto de Hediard o Fauchon (que no solo venden allí), una librería gastronómica, unh buen restaurante japonés, chiles chipotles o una buena tienda de vinos y te darás cuenta de que vivo en lo más remoto del imperio gastronómico (sobre otro tipo de provincianismos, a los que, por cierto, tampoco renuncio, prefiero no hablar, que ya me han costado más de un disgusto con algún lector ofendido por mi supuesta baja conciencia nacional).
Saludos a los dos.
Hombre, sí, los rollos que se oyen habitualmente por los bares no tienen punto de comparación. Lo que digo es que el discurso de Giamatti es algo Calimero "cuánto-sufro-y-qué-poco-me-quejo". Y de éstos sí se oyen muchos, aunque no tan bien articulados.
De acuerdo con los dos y no es para quedar bien. Lo que pasa, Mar, es que a los neoyorquinos sofisticados les gusta pronunciar bien Château Rothschild o Chàteau Margaux como si fueran de su familia. Al resto (al personaje de Sideways también) ya les va bien un pinot californiano. Y no bien, estupendamente.
Gourmet, muy bien tu reivindicación provincial, ja, ja. Sobre todo cuando lo refieres al Imperio. Yo vivo a 95 km. de Semon o de La Casa del Libro (a 94) y no estoy en la "banlieue", ¡sigo en la jodida provincia!.
Nueva York es USA?
Algunos barrios de Manhattan, no. Brooklyn, según. Queens es Queens y el resto puede ser lo que quieras.
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