Si ahora resulta que tenemos que comer para recordar o degustar para evocar, como va diciendo por ahí un cocinero cursi y con un pasado más bien castrense, será mejor dejarlo correr.
Hoy he cenado buñuelos de bacalao y escarola en ensalada y no he recordado nada. Ni la receta de los buñuelos.
30 comments:
Pues te recuerdo que la receta de los buñuelos de bacalao se puede ver en http://elcocinerofiel.blogspot.com/2008/02/buuelos-de-bacalao-ms-bacalao.html
Ea.
¿Publicidad encubierta? Y además ¿qué haces, querido Louis, despierto a estas horas?
Yo también estoy despierta a horas intempestivas (antes de las ocho, un sábado... Y habiendo dormido. Hoy toca traducir).
Lo que te quería decir es que aunque me gusta que la comida me evoque algo, vamos aviados si el bocado más nimio nos da un ataque de Proust... Vaya un sinvivir.
Pues eso, Mar. Que si comer se ha de convertir en un ejercicio más o menos literario, vamos listos. La literatura, afortunadamente, viene después.
ea ea y ea! buena reflexión! maestro, emociona usted hasta al verraco más bravuco! oink oink! (saludos a todos)
¡Que no decaiga! (sería lo peor).
Qué cena mas deliciosa, Manuel.
Gracias, Puntiyo. Lo fue, lo fue, y sin intención. Después vino el post porque me sentía "poco literario" (es un decir).
Jajajajaa, entonces qué buñuelos hiciste???? el cocinero fiel tiene una receta magnífica, como dice louis.
¿Crees que es posible evocar sabores antiguos? modestamente creo que es más fácil escribir un post evocador de la comida que fue, como hace usted tan brillantemente, que rescatar los sabores "auténticos" de nuestra memoria.
Estará Usted de acuerdo conmigo, señora Delantal, en que la memoria no hay que ejercitarla sino tenerla, tout simplement. Si nos tenemos que empachar de pasado gracias a la tecnologia del futuro, aunque sea inmediato, ¿qué carajo hacemos con el presente?. Si al morder una galleta me acuerdo de mamá, es cosa mía, pero si el cocinero de moda me quiere devolver un rinconcito de la infancia con un humus de alcachofas o un carpaccio de pez obispo, primero no me ha pedido permiso y segundo, lo de la evocación es algo privado y más relacionado con los perfumes que con los aromas y, además, ¿a qué estamos jugando?.
Yo, a más de setenta euros el menú (bebida aparte) no quiero jugar a nada.
:), sin duda que está usted en lo cierto.
Quizá es que el cocinero , un poco pedantemente, quiere hacernos saber que ha leído a Proust y su magdalena.
Pues quizás sí, doña Delantal. Pero Proust, si acaso, en la sala y a la hora del té. En el cuarto de baño el "¡Hola!" y en el comedor buenas intenciones. Más o menos.
Mi querido Manolo: Estoy de acuerdo con lo que expresas. Los recuerdos que pueda traerle a uno un sobar, ya sea este con una croqueta, unos canelones o unas lentejas, son cosa de uno mismo, personales e instranferibles. Las cosas - hechos, sabores, situaciones u olores- cada uno los vive o revive a su manera.
cada vez estoy más cabreado con estos mindunguis llamados también cocineros mediáticos que cuando les da, se ponen a imitar a Don Segismundo Freud.
No me moveré de donde estoy, las alcachofas son alcachofas, cortadas en cuartos, en octavos o en láminas, fritas o rebozadas y no caben elaboraciones extrañas ni subterfugios intencionadamente encaminados a que las cosas parezcan lo que no son o al revés.
Los buñuelos de bacalao que seguramente compraste en alguna tienda de confianza son un regalo para los sentidos si tienen suficiente bacalao y no están aceitosos.
Caguen la .....!!!!
Te esperaba, Cap i pota. Aquí me tienes, acatarrado, un poco cabreado con el mundo pero firme, "impasible el ademán", que es un verso que nunca entendí y sigo sin hacerlo (ni falta que me hace).
Pero lo peor es que me has descubierto: ¡los buñuelos eran comprados!
Mi querido y acatarrado Manolo: Siempre te digo: Fes bondat!!
Te recomiendo lo del conyac, llet i llit. (coñac leche y cama)
También da buenos resultados el coñac caliente con un trozo de piel de limón, azúcar y si se puede unos granos de café. Hay que quemar el coñac. Esto cura (o no) pero segura que alivia.
Si tienes tos, pon una cebolla partida en la mesilla de noche, esto evita que tosas y te deja descansar. El pestazo que deja la cebolla en la habitación evita que te acatarres de nuevo.
A cuidarse, que ya tenemos una edad.
Lo de la cebolla, ni hablar. Prefiero que mi habitación huela a Camel aunque no voy a fumar nada.
Me estoy haciendo un sopicaldo de cebolla y farigola que seguro que me sienta bien. Y también me va a recordar resfriados antiguos, fíjate.
Me encanta tu nuevo diseño!!!
JAJAJAJAJAJAJAJA!
Últimamente la cursilería es la reina del mantel!
jajaja
Qué risa me ha dado este post, Manuel!
Buenísimo!
Cuando quieras te paso una recetita de buñuelitos de bacalao pa matarse: los de mi tía Lita. Nada de comprarlos.
O, mejor, nos ponemos púa cuando vengas. ¡¡Que ya no queda nada!!
Mil besos. Abuñuelados y acuaresmados.
Gracias, Sao Mai, y encantado de verte otra vez por aquí.
Lena, parece que lo cursi sigue teniendo éxito entre la parroquia, eso es lo peor. Hace unos años eran los "huevos en su cunita" y ahora la "piruleta de atún". No tienen remedio.
Berren, te tomo la palabra. Y a tu tía Lita.
Berrendita: ¡Quiero esa receta!. Los buñuelos de bacalao me hacen perder la compostura.
Manolo, me gusta probar nuevas elaboraciones, conocer productos y combinaciones para mi extrañas, incluso me satisface que se siga investigando, pero me cabrea muchísimo el circo y su mediático andamiaje. ¿Quiénes creen que son sus comensales? Por favor, que no nacimos ayer ni la cocina se inventó hoy. Un poco más de respeto (y lo digo también por otro hecho determinado, que supongo ya conoces).
Disfrazar la cocina de acontecimiento es lo peor que nos ha podido pasar desde las últimas décadas del siglo pasado. La cocina puede que lo sea algunas veces pero el hecho de comer es algo que sucede no que acontece. Y el que además de confundir las cosas y las palabras lo disfraza no hace sino complicar las cosas. Hay mucho que hablar de todo esto. O a lo mejor no. La mayoría de las veces es de un tedioso que me abruma.
Yo sólo evoco, y no siempre, con algún perfume que huelo por la calle y me quedo evocando como una tonta...hasta que caigo en la causa de mi evocación. O, incluso, con alguna cara que me tropiezo también me pasa, que evoco, vaya!
Pero yo, con la comida, no evoco. A veces ni degusto ja ja ja sólo trago!.
Llámame espesa pero...me mata la curiosidad..quién es ese cocinero cursi, manuel? y con pasado castrense? jope! no caigo!!!
Besos
Camille: lo conoce todo el mundo, nadie se atreve a meterse con él en serio (con argumentos serios, bien macerados) le gustan mucho las aceitunas y el jamón ibérico y esto no es una adivinanza, es una evidencia. Pero desde hace bastante tiempo me he hecho un firme propósito: no meterme nunca ni con los cocineros ni con los pintores, aún conociéndolos (a los segundos más que a los primeros), ni aunque sean de mi familia. De momento.
Manolo: ¡Va hombre, dimelo!
No vivo, ni duermo pensando quién coño debe ser este personaje que cambió la milicia por la sartén.
Uhmmm creo que lo tengo, pero desconocía su faceta castrense. Estoooo...ya lo quité hace tiempo, pero lo tuve linkado en mi blog, te fijaste?? ja ja ja bueno creo que será él..
despertaferro, yo he caído con lo de las aceitunas..(creo)
No es que cambiara las armas por las ollas ni la milicia por la sartén, o no exactamente, es que "se formó" en una ambiente castrense, por decirlo de algún modo. ¿Y quién no?
Manolo: ¿me oyes?
Aquí estoy.
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