También nos gusta Màrius Serra, excelente escritor que vive en el barrio de Horta de Barcelona, que publica diariamente dos crucigramas, uno en catalán y el otro en castellano en el diario La Vanguardia (el castellano, excelente, bajo el seudónimo de Fortuny), que mantiene un portal trilingüe sobre juegos de palabras y que ha publicado varias novelas y libros de relatos.
Casi cada noche nos solemos embarcar en el único crucigrama que hemos sido capaces de resolver, aún con dificultades, y casi cada noche nos solemos enfadar con el señor Fortuny-Serra porque nos engaña, nos ofusca, nos lo pone difícil. El jueves pasado, en el 6 vertical, nos pedía unos “garbanzos del cocido”. Y comenzaban por una g. ¿Quién se acuerda de los magníficos gabrieles de don Benito, mal llamado “el Garbancero” y apellidado Pérez Galdós, o de los de Max Aub o los del general Miaja? ¿Quién se acuerda, de todas formas, de don Benito o de don Max o del dubitativo y complicado don José Miaja?.
Màrius Serra, lo que son las cosas, nos propone gabrieles para cenar. Más o menos.
23 comments:
Garbancero o garbancera es la producción literaria o dramatúrgica que se elaboraba por hambre. O sea para conseguirse el sustento. También es garbancero lo rústico, basto y poco educado.
Pero "el buen garbanzo y el buen ladrón de Fuentesauco son" y lo siento por los pedrosillanos que siempre me salen algo duros, dicen que porque no pongo bicarbonato en el agua del remojo la noche antes. Alguien se acordará de que pueblo de Catalunya es famoso por sus garbanzos. Esta por el Bages o Osona, pero yo no me acuerdo.
En verano, cocidos, enfriados, con una picada de cebolla tierna, tomates, aceite y vinagre, son la ensalada ideal para seguir caminando. De Don Benito nos acordamos con cada episodio y cada cumpleaños porque nació la misma semana que yo, cien años antes. Y de Max y el general Miaja algo menos... solo para joder y que sepan que sí, que nos acordamos.
Buen discurso, Louis. Entre los garbanzos de Miaja y las píldoras del doctor Negrín (las lentejas) se perdieron casi todas las batallas de la G.C. (de este bando). En el otro, también garbancero pero algo más asardinado, se ganaron un poco a lo bestia pero se ganaron. En fin, que ya estamos en el mes de julio y entre San Fermín y la Virgen del Carmen van a seguir sin arreglarse las cosas (a los garbanzos, querido Louis, bicarbonato y agua de lluvia, como hacía tío Miguel).
Algo perverso el Sr. Serra, supongo te toco ver la solución.
Lo cierto es que se me aparecieron los gabrieles como por ensalmo desde un rincón de la memoria (más o menos hacia 1925). Por eso.
Como estoy muy vago, voy a escribir una salsa para los garbanzos (fríos o calientes), que me enseñó mi madre. Se pica un diente de ajo en el mortero, se pican también unas 15 almendras tostadas, se le pone aceite (en cantidad que cubra la picada y que nos sirva para aliñar los garbanzos) y se le añade un poco de vinagre.
Con la salsa se aliñan los garbanzos y ya está.
Buen provecho.
Tu salsa me parece genial y la voy a poner en práctica este mediodía mismo, dentro de un rato. ¡Viva el calor!
Me gustan los garbanzos. En mi casa cuezo garbanzos cada dos por tres. Al general Miaja, también le gustaban los garbanzos, esos garbanzos cuarteleros con poco compango y mucha grasa. Esos garbanzos castellanos o extremaños, lechosos o no, me da igual. Hay pocas cosas comparables al estallído del garbanzo cocído dentro de la boca, toda una sinfonía de sabores y matíces a veces maquillados por un chorízo demasiado grasiento o estrpeados por una coción vehemente y apresurada.
Algún día hablaré de mis garbanzos, de como los preparo, de sus muchos usos y rehusos.
Mientras tanto callaré y retrotaeré mi memória gustativa a la última vez que degusté ese delicioso manjar.
Suerte que ahí los deconstructores y demás cantamañanas no pueden meter su zarpa, pues mi memória es sólo mía y tan particular como yo mismo.
A tomar por saco. (vosotros no, los paladares inánimes si)
Pues que se vayan unos cuantos, Cap i pota, a tomar por ese u otro saco de garbanzos: de Fuentesaúco, sí señor, los mejores del mundo, que se los tomen en cocido y con lo que les sobre hagan ropa vieja, o que una vez cocidos los refrían con dos ajos y los perfumen con pimentón, o que los aliñen con aceite y vinagre, como mi amigo Anton o como yo mismo este mediodía.
A ese color, el de los garbanzos (lo pienso ahora), siempre le viene bien algo rojo: pimentón o tomate, gloria bendita.
Manolo de mis garbanzos: me viene a la mente (es lo que trae el retrotraerse en la memória gustativa) una receta muy de aquí."Cigrons estofats a la catalana" receta que viene en la TECA, ese libro de cabecera de muchas mujeres (y hombres cocinillas) de ese rincón de la piel de toro. Esa receta no es otra cosa que una ropa vieja, que se ve coronada con una "picada" ¡Qué maravilla!.
Ese será un post que meteré en breve.
Hasta entonces pues, amigos del garbanzo en todos sus haceres.
Querido Cap i pota de mis entretelas y de mis ropaviejas: detrás justo (y no es broma) del vaso de whiskie con hielo está La Teca. En la página 208 el Mestre Domènech nos explca tal cual sus/tus garbanzos. Una maravilla de concreción barroca (¿puede ser?). La picada es a la cocina lo que el claroscuro a la pintura. ¡Toma ya!
Seguro que piensa en alguien como tú.
Cómo era eso? el crucigrama más audaz para el lector más inteligente.
Sabíais que en determinados restaurantes elaboran una tarta simulacro de la de almendras, donde lo que le incorporan es garbanzo cocido y triturado?
Yo la probé y aunque no cuela por la de almendra, debo reconocer que no estaba nada mal.
Un día de estos me animo a inventar un sorbete de garbanzo con melisa, y ya os comentaré que sale.
un saludo
4E
Como "La Codorniz", Delantal. Pero sí, es un crucigrama muy audaz y lo de la inteligencia del lector, ya sabes, se le supone.
Cuatro Especias: por aquí, también, a los "panellets" de Todos los Santos (unos dulces pequeños de almendras o yema o piñones) les ponen patata o boniato en vez de almendras, lo que siempre me pareció un ahorro absurdo.
Los garbanzos triturados, para el humus y alguna crema (con almejas está bien rica).
Manolo: Yo no la habría dicho mejor.
Venga, Cap i pota, seguro que tienes una buena frase escondida...
¡Que finos sois, los cicerones! ¿O Cicerón era un garbanzo?
Encontre la referencia de los garbanzos catalanes. Dice así:
L’Associació de Productors i Elaboradors de Cigronet de l’Alta Anoia vetlla perquè aquest producte tingui una gran qualitat establint diferents mecanismes de control, des de la selecció de les llavors i el control dels mètodes de conreu, fins a enquestes de cada per a controlar la qualitat de la collita en cada una de les parcel·les productores.
O sea que a Fuentesauco le ha salido un competidor en la Alta Anoia.
Ya me acuerdo: Cicerón era pesado como un garbanzo...
Pues que viva l'Alta Anoia y también que viva Fuentesaúco. El cícero, querido Louis ( y tú bien lo sabes) es un "tipo de letra de imprenta que es de un grado más que la de entredós, y de uno menos que la de atanasia". Esa cosas, y los garbanzos aliñados, y el cocido y los gabrieles de don Benito, son las que pueden dar sentido a la vida: una vida garbancera, acalorada, cáustica como la cal, medida un grado más que el entredós y uno menos que la atanasia. O a lo mejor no.
Manolo.: tengo entendido que el nombre de Cicerón le viene por tener un garbanzo en la cara. Entiéndase, seguramente tenía una protuberancia, grano enquistado o verruga que daba a su careto un rasgo que le caractirizaba.
Otra cosa, en cuestión de garbanzos, lentejas, jamón ibérico, vino y mujeres, no hago distinción de ningún tipo. me gustan o no me gustan y punto y... seguido.
Pues sí, Cap i pota, o Marco Tulio o alguno de su familia parece que tenían una verruga en la punta de la nariz. Mal sitio.
En cuanto a los gustos, pues eso. Los hay o no los hay. Pero malo para el que no lo tiene (el gusto por el vino o por el jamón o por el cocido). Tan malo como una verruga, en cualquier parte.
Dice Plutarco que el del garbanzo en la nariz fue uno de los antepasados de Cicerón y la descripción anatómica no es exactamente la de una verruga sinó de que la tal nariz tenia la punta prominente con una breve hendidura enmedio que le daba ese aspecto de garbanzo. Por cierto, bastante común.
Las imágenes de Cicerón, bustos de su efigie, muestran un señor bastante guapo e interesanton. Famoso por su retórica como político, republicano, tenía la costumbre de cambiar de opinión y posición según el viento que soplaba. Un político muy actual, vamos. Y a buen seguro comedor de garbanzos
Un garbanzo en la punta de la nariz, vamos, como cierta tonadillera ahora un poco olvidada y como un bedel de la facultad de Letras que fumaba Ideales y olía a carajillo de Cientotrés. Nada que ver, ninguno de los dos, con Marco Tulio ni con sus familiares. O a lo mejor sí.
Si los garbanzos son de Fuentesaúco se le perdona al Señor Serra. Un saludo Manuel.
Los "gabrieles" sólo pueden ser de Fuentesaúco. ¿De dónde sino?
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