Tuesday, July 29, 2008

WITH PLEASURE



No hay que darle muchas vueltas. Después de una ensalada liviana y un buen pedazo de queso manchego semicurado (de espantos y de precios) he vuelto a esta pantalla porque seguramente es lo que más me gusta, escribir, y lo único con lo que no me siento obligado. Porque puedo poner una palabra detrás de la otra, hacer que encajen, más o menos, y justificar mi falta de literatura contando la literatura de los demás. Pero para eso sirven los diarios o estos magníficos artefactos que te permiten pensar, escribir y editar todo ello en pocos minutos, porque soy de los que piensan mientras escriben, no de los fatuos que dicen que lo hacen emocionados.

Hace un par de horas, antes de la ensalada, he pensado en escribir sobre Silvia Pinal, la Viridiana de Buñuel, que resulta que está pasando una mala época por culpa de una nieta díscola. Y he buscado la receta del buñueloni, el cóctel que don Luís perpetraba sustituyendo el Campari por Carpano y poca cosa más. Y entonces me he distraído en dos o tres páginas de Mon dernier soupir, esa biografía tan hermosa y tan triste a la que acudo alguna vez para recordar quién era el director del MoMA que le ponía al hielo del negroni pernod en vez de angostura o en qué numero de la rue Fontaine vivía André Breton, el 42, me parece. Tonterías así que, además, es imposible encontrarlas en Google. O a lo mejor sí.

Un poco más tarde, entre la ensalada y el queso, me he entretenido en averiguar qué comen los turistas americanos en Bayreuth porque estaba escuchando el tercer acto de La Walkyria que ha dirigido Christian Thielemann y que ha acabado no hace mucho. Brunilda y Wotan seguro que han tomado algo tibio (o lo están haciendo ahora mismo), pero los asistentes al festival tienen tiempo hasta las doce para cenar en el Lohmühle carpa fresca con ensalada o filetes de “zander”, que no sé lo que es, con salsa de almendras y patatas con perejil. Pero tampoco.

Se está enfriando el té, un buen, honrado y estricto té con limón y un poco de canela que dentro de un momento voy a rebautizar con dos cubitos de Fontvella y a lo mejor a bebérmelo de golpe, que es una mala costumbre. Ni un solo ruido civilizado en mi calle, y, lo acabo de ver desde el balcón, un novio despidiéndose de una ventana anónima, andando hacia atrás y echando besos al vacío, oscuro, y con los ojos brillantes. Despacito, haciendo un ruido acompasado con sus Nike, un chic-chic casi litúrgico. El amor, el verano y el silencio, lo mejor del mundo.

N.: La fotografía es de una parte muy austera y muy pretérita de mi familia en un veraneo, parece que luctuoso, en Santander. De luto riguroso, vamos. El amor no sé por donde andaba y el silencio, se les supone.

15 comments:

Unknown said...

Me ha encantado esta frase, Manuel:
El amor, el verano y el silencio, lo mejor del mundo.
Razón tienes.

aparis said...

Como siempre, muy bueno. Tienes una extraña habilidad de pasar de una cosa a otra sin que se note, como un trilero.

La foto me gusta mucho y hay unos detalles a destacar. Dices que es veraneo pero van muy tapados. La palmera central es muy curiosa o está tipo Bofill, en las últimas. El único que parece hombre es cura. Y todos, o mejor todas, llevan en el lado izquierdo una medalla (?).

Saludos y felicidad.

aparis said...

Como siempre, muy bueno. Tienes una extraña habilidad de pasar de una cosa a otra sin que se note, como un trilero.

La foto me gusta mucho y hay unos detalles a destacar. Dices que es veraneo pero van muy tapados. La palmera central es muy curiosa o está tipo Bofill, en las últimas. El único que parece hombre es cura. Y todos, o mejor todas, llevan en el lado izquierdo una medalla (?).

Saludos y felicidad.

Mar Calpena said...

Como se enteren de lo terapéutico que resulta esto de bloguear, nos harán pagar impuestos o nos dirán que es pecado. Me alegro mucho de tu retorno, y de tu ensalada con queso.

Mar Calpena said...

Por cierto: según el diccionario Zander=lucioperca.

manuel allue said...

Gracias, Puntiyo. No sé si tengo razón pero a mí me lo parece.

Aparis, me ha gustado lo de trilero (de las palabras o de las frases). ¡Ojalá!. Y tu diagnóstico de la fotografía es impresionante. A la única que creo reconocer es a la que está al lado del cura, tía Asunción (tía de mi padre), aunque seguramente todas eran primas entre sí. El atuendo, a juego con el Cantábrico, con la época y con el decoro, aunque no sé si por ese orden.

Gracias, Mar, por tu traducción: me temía algo así. Yo también me alegro de que hayas vuelto por aquí.

Commie said...

Me gusta el cura con la teja y la barriga cervecera, aunque no creoque en esa época los mosenes le diesen a la birra. Seguro que en el remate superior de la tripa había caspa.

manuel allue said...

Seguramente, Francel, había mucho más que eso. ¡Si las sotanas hablaran!.

Su said...

Te he conocido por Delantal y estoy pasando un rato de lo mas entretenido. Enhorabuena porque escribes maravillosamente bien. Un abrazo desde la Mancha

manuel allue said...

Muchas gracias, Su. Delantal es seguramente la mejor recomendación (la mejor vía, vamos).

starbase said...

Por los clavos de Urano, que calorazo con esas ropas. Unos bravos los Allue, desde luego.

Lo de los cócteles, a los abstémios siempre nos ha dado mucha envídia. Por lo menos, a nos.
Se pueden hacer combinados sin alcohol pero no es lo mismo.

Y el té hace inglés. Nos, somos mas bien afrancesados.

Por cierto, mataríamos por vuestra destreza con la pluma, quedais avisado.

Ana Pedrero said...

Imagino el calor rebufando entre el luto de tus ancestros, esos veraneos de negro y recato, la panza bien cuidada bajo la sotana, las tardes de calor y silencio y el amor paseando vaya usté a saber por dónde.

Un beso, with pleasure. Con el placer de leerte, incluso cuando me tienes tan abandonada. :)

manuel allue said...

Miedo me das, Starbase. Abstemio y afrancesado no es mala cosa, según se mire. Pero pregunto: la patatera la comes con pan, desde luego, pero ¿sin vino? ¿Aunque sea de Almendralejo?. ¿Y las migas? ¿Y la caldereta de cordero?.

Querida Berrendita: te visito pero aunque entro sin hacer ruido, entro. Me siguen gustando mucho tus palabras, tus guapos amigos con cara de torero y las odas al Atlántico domesticado de tu Cádiz. Ya volveremos a tronar cuando se acaben las calores y vuelva a venir nublo desde Galicia. Amenazante.

DESPERTAFERRO said...

Manolo: ya estoy aquí de nuevo, después de un retiro en la Garrotxa (un paraíso). Ya he vuelto a la vulgaridad del llano playero, con guiris y los que lo son menos, con olor a refrito, al sudor y aburrimiento de los que equivocadamente confunden las vacaciones con dar por saco al resto de la humanidad.
Tu foto familiar queda de lo más retro y al chico de las nike le deseo lo mejor y mucha suerte, que es lo que junto al trabajo lo que necesitan estos jóvenes que justo han salido del cascarón y entran a formar parte de esa cohorte de hipotecados, parados y sin horizonte. Que le dure el enamoramiento ( por lo menos)

manuel allue said...

Soyez le bienvenu, Despertaferro. El chico de las nike, mon cher ami, debe de tener otras fotos familiares a las que recurir, si es que lo hace. Lo más seguro es que siga pensando en su novia, o lo que sea, y que no sepa nada de veranos cantábricos y de luto. ¡Mejor para él!