Thursday, December 20, 2007

TISANA DE ODÓN CAMPS, CARPINTERO



Esta tarde, casi justo a la mitad del tedio pero a punto, a puntito del enervamiento, me ha llamado uno de mis ebanistas-barnizadores habituales para decirme que había un problema, “y grave”. Tampoco es que yo estuviera tedioso ni siquiera apaciguado. Me esperaban (ya se han cumplido) unas cuantas horas más de frenesí prenavideño y estaba haciendo lo que podía.

El barnizador se llama Josep, como Pla, y hasta creo que tiene algo que ver, aunque más que mentiroso es bastante exagerado. Pero me ha partido la tarde en dos, un antes, algo almibarado, y un después ácido como un zumo de pomelo. Luego (ahora) me he acordado de una receta antigua que una mano anónima, piadosa y algo alocada encartó entre las páginas de un recetario de los que conservo aquí al lado (al lado de mi brazo derecho, al lado de mi memoria), escrita torpemente a lápiz en el reverso de un recibo de la carpintería de Odón Camps, carpintero de Terrassa, fechado el 30 de marzo de 1957. Ese día, según mi estupendo calendario perpetuo (desde 1801 hasta el año 1999) cayó en sábado, y de Gloria, ni más ni menos. El receptor de la factura, un tal señor Gotabardas y seguramente toda su familia debían de estarse preparando para celebrar la Pascua, si no con esa tisana, con cualquier cosa corderil y festiva que viniera a aliviarles de los rigores de la Cuaresma.

No es tiempo de hablar de eso pero la verdad es que me da igual. Porque gracias a mi épico y frenético barnizador y del algo más lírico Odón Camps puedo acceder ahora a una espléndida receta-poema que por supuesto no voy a elaborar nunca pero que con su grafía original, medio castellana medio catalana, florida y algo marítima, me ha venido a reconciliar con mi tarde (¡jodida!), con el tiempo litúrgico (ya veis) y con el Curaçao, un licor que dice Pla, en el libro del otro día, que tiene “un perfume y un regusto de peluquería”. Cierto.

Ahí va:

Tisana
2 botellas champain
1 botella sidra
1 botella aigua mineral
½ acorazao
½ anis
1/3 jerez
200 grams azucar
si estroba fort si pot
posar mes aigua; i si
es flac jerez.
Si posa fruita del temp
si no fresca confitat i guin
das.
Si posen trosets de
gel.

Traduzco en honor de don Odón y de mis tremendos “joseps”, ambos, desde el octavo verso y tras la media botella (¿o se trata de una copa?) de “acorazao”, ya que hasta aquí me parece dura pero de fácil comprensión: “si se encuentra fuerte se puede / poner más agua; y si / es flaco (sic) jerez. / Se pone fruta del tiempo / si no fresca confitada y guin / das. / Se ponen trocitos de / hielo.” Así sea (y ni se os ocurra).

Nota: como ilustración va una factura más bonita que la mía, que no es nada del otro mundo, y pertenece a la pescadería de Andrés Ballesteros Arellano, es algo más antigua, tiene una grafía color violeta preciosa y un grabado mucho más apropiado a mi tisana marítimo-terrestre.

7 comments:

DESPERTAFERRO said...

Manolo: Don Odón Camps, ilustre carpintero, seguramente tenía que reconciliarse (o vengarse) de muchas personas, conocidas o saludadas.
¡Cómo se las gastaba!
Esa llamemosle "tisana" es un arma de destrucción masiva, de las que no se encuentran.
Tengo una duda: ¿Aqué hora del día se recomienda su ingesta?
!Joder con la juventud¡¡
Seguramente los jóvenes militantes del botellón acalimochado, deben toman pócimas muchos más asesinas y mortales de necesidad para su hígado y su páncreas.
Feliz resaca a todos.
PD: Recomendaría (con todas las prevenciones) un chupito de ese brevaje para escuchar el discurso de fin de año del President Montilla. DEl discurso del Rey, no hablo, no sea que me enchirone la larga mano del juez Grande Marlasca.

manuel allue said...

Pues me imagino que don Odón Camps la tomaba para celebrar algo y sospecho que para celebrar mucho. Los años cincuenta fueron especialmente difíciles, no sé si para los carpinteros especialmente, e imagino que la elaboración de la tisana tiene algo que ver con eso, con la dificultad.

Ana Pedrero said...

La cosa es que me dan ganas de probar.... no sé, creo que para las alboradas de Sanabria, de esquina a esquina de la calle, no estarían mal. De momento, le damos a la quina y la cazalla para quitarnos ese frío de montaña que te hiela hasta los latidos cuando comienza a madrugar y algunos nos ponemos farrucos y le damos a la gaita y la pandereta. Cosas de pirados, Manolo. Lo sé.

Un beso, cariño.

starbase said...

¿Qué tipo es ese de la foto?
No me viene en mi Word.

y ¿No se le encallaba la impresora con ese papel?

Que cosas las del siglo XX.

manuel allue said...

Berrendita, bienvenida sea la cazalla para celebrar la Nochebuena o lo que haga falta. Menos para trabajar.

Starbase, el siglo XX dicen que empezó en 1918, cuando acabó la Gran Guerra, y que terminó en el 2001, cundo el atentado contra las Torres Gemelas. Hay por lo menos treinta cosas (cosas importantes) que no me gustan de ese siglo. Pero me gustaba, y mucho, escribir a mano y todavía lo suelo hacer bastantes veces: ¿algo más portátil que un cuaderno y un lápiz?.

Unknown said...

Eres uno de mis blogs favoritos, por eso te deseo lo mejor para el próximo año.
FELICES FIESTAS AMIG@

manuel allue said...

Muchas gracias, amigo Puntiyo. Felices Navidades para tí también. Andaba buscando una postal navideña y me he encontrado con una cosa tremenda. Luego os lo cuento.