Era la comida de los niños. Soñaba la lámpara su rosada lumbre tibia sobre el mantel de nieve, y los geranios rojos y las pintadas manzanas coloreaban de una áspera alegría fuerte aquel sencillo idilio de caras inocentes. Las niñas comían como mujeres; los niños discutían como algunos hombres. Al fondo, dando el pecho blanco al pequeñuelo, la madre, joven, rubia y bella, los miraba sonriendo. Por la ventana del jardín, la clara noche de estrellas temblaba, dura y fría.
Juan Ramón Jiménez (1881-1958), Platero y yo, cap. CII.
14 comments:
Pues no recordaba yo que Platero y Yo fuese cursi. Igual merezco la excomunión pero me ha parecido cursi.
Es jodido, porque me temo que en otro dia u otra época de mi vida me hubiese parecido más tierno que cursi.
Necesito un descanso, oiga.
Me ha gustado, quizás por lo tierno.
Un mantel nieve no es lo mismo que un mantel blanco, si dice nieve, es porque estaba como la patena del párroco de Moguer. Y el olor a jabón de lagarto del mantel junto con el de los geranios rojos debía ser gloria bendita. Y si la noche tiembla que tiemble, ahora que hace cincuenta años y algún día que murió Juan Ramón.
Un saludo!
Manolo: Juan Ramón Jiménez siendo capaz de escribir cosas como esta, tan bellas, también era capaz de zurrar a su esposa Zenovia Camprubí, traductora de Tagore e inspiradora de muchas de las cosas que escribió esta joya de hombre.
Ya se sabe, el ser humano es capaz de todo, del los actos más altruístas y bondadosos y también de los más depravados y abyecto. C´est la vie mon cher ami
Pues a lo mejor ahora suena cursi lo de "pequeñuelo" (lo es) pero no lo de las niñas que "comían como mujeres". Eso va en serio.
Y la pobre Zenobia, ya se sabe. Como Machado con Leonor, o eso dicen. Efectivamente, la vida es dura, mes chers camarades.
Justo recuerdo al ignorado...
Un beso Manuel
Pues bastante ignorado. Y parece que a posta.
No estoy de acuerdo en que sea cursi, me parece sensible, encantador y realista, dentro de un mundo feliz.
Me ha gustado leerlo y pese a haber leído el libro en mis años escolares, no recordaba esas frases.
Un abrazo:
4E
Gracias por tu comentario, 4E. Desde luego que el texto es encantador y hasta cierto punto realista. Que lo era.
Esa imagen de la lactancia es muy hermosa...no la recordaba
Precioso. Las niñas comían como las mujeres y los niños hablaban como hombres. Tal que así lo describía Juan Ramón. Y tal que así continúan comiendo muchas niñas y muchos niños. Y los geranios siguen dando flores que encienden en sangre los manteles. Y allá al fondo, desde el silencio, una joven madre vigila la camada como una leona y amamanta al fruto de su vientre. En silencio, deshaciéndose en leche y ternura, supongo.
Precioso.
Besos.
Hola...acabo de aterrizar aquí haciendo blogging...
Llevo poco tiempo y estoy en fase "descubridora".
Te voy a añadir a mis páginas de cocina, porque además de que es una de mis pasiones, tu blog es realmente original.
A ver si puedo seguir pasándome de vez en cuando y participo en los comentarios.
Un saludo
Muchas gracias a las tres, con retraso (y con cariño).
¿A que se refiere exactamente la frase "sencillo idilio de caras inocentes"?
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