Monday, June 16, 2008

PEQUEÑO Y ROJO Y FRESCO


Así decía que era el mundo Josep Carner, el excelso poeta catalán, “pequeño y rojo y fresco como las fresas”. El poeta escribió Els fruits saborosos en 1906, cuando tenía veintidós años, aunque luego publicara diversas versiones hasta 1957, afinando el frescor o la frescura un tanto ingenua de sus versos.

Un siglo exacto después, y ya sabemos que un siglo no es nada, es imposible no digo traducir, que ya lo estamos haciendo, sino explicar los versos de Carner. Quizás no sea el mejor ejemplo pero tampoco lo son Las nueces de la merienda, Las ciruelas de oro ni La manzana escogida, la niña que “cree que el cielo se acaba detrás del jardín” o “el agua que medirá con ciencia el chorro de limón, la miel de romero”. Y lo grave es que hace más de cincuenta años que no hay explicación o exculpación, quizás, o a lo mejor ni siquiera importa Carner más que a los filólogos y a los estudiantes.

Lo peor de todo, sin embargo, es que ahora no hay ni fresas.

4 comments:

Unknown said...

Como decía el Sr. Carner, yo también soy pequeño (1,66), rojo y fresco pero que muy fresco, como las buenas fresas Manuel.

manuel allue said...

Muy divertido, Puntiyo, y más rápido que una centella. Me alegro de que seas como las fresas, que no lo dudo. Yo también lo soy pero como las antiguas: rojo antiguo y fresco un poco démodé.

Ana Pedrero said...

Pues yo soy como las fresas, pero algo ensanchada, jajaja. Me gusta esa forma de ver el mundo. Y, sobre todo, me encanta la foto. Me las comería, con el consiguiente sarpullido que me da.
Pero ¿qué es un sarpullido a cambio de comerse el mundo?

Un beso

manuel allue said...

Pues a comérselo a bocados, aunque no sea ni pequeño ni rojo ni muchas de las veces fresco.