“…me levanto a las once, y duermo siesta; que paso haciendo el quinto pie de la mesa de un café, hablando o roncando, como buen español, las siete y las ocho horas seguidas; te añadiré que cuando cierran el café, me arrastro lentamente a mi tertulia diaria (porque de pereza no tengo más que una), y un cigarrito tras otro me alcanzan clavado en un sitial, y bostezando sin cesar, las doce o la una de la madrugada; que muchas noches no ceno de pereza, y de pereza no me acuesto; en fin, lector de mi alma, te declararé que de tantas veces como estuve en esta vida desesperado, ninguna me ahorqué y siempre fue de pereza.”
Mariano José de Larra, Vuelva usted mañana, en El Pobrecito Hablador, núm. 11, enero de 1833.
5 comments:
De pereza y de pobre, porque si uno tiene pasta bien que puede hacerse cocinar las mejores cenas. Y al gusto.
Yo soy de naturaleza perezoso, pero la gula y el cariño me pueden más.
No te preocupes, que mañana vuelvo.
Te espero, con gula y con cariño.
Buen extracto. ¿Estas perezoso que por no escribir te dedicas a copiar? Copiando se aprende y Don Mariano creo que tuvo un día malo (el último) y no fue perezoso.
Besos
Perezoso, conmemorativo y sin afán de trascender: ¡que lo hagan los otros!
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