Sunday, January 31, 2010

SUB NOCTE PER UMBRAS



Estaba a punto de anochecer. Poco después de la seis he descartado una bodega, una tienda de delikatessen, una panadería de barrio, un bar de tapas navarro, otro asturiano, acuciado, más que atrapado, por un ataque repentino de hambre. Casi no había comido y he pasado una tarde entretenida pero agotadora, un tanto metafísica por no llamarla espiritual a secas. Y bastante atropellada.

El hambre ha vuelto ante un bar anodino, con una de las persianas medio bajada, a media asta, casi vacío y con una pantalla de televisión enorme, un partido de fútbol desabrido, cuatro clientes, o quizás cinco, solitarios frente a su cerveza y su pantalla de televisión y a lo mejor frente a sí mismos, y dos camareras orientales que me han ofrecido, mudas, una carta sobada con una lista interminable de bocadillos, hamburguesas con queso, con cebolla, con pepinillos, lomo con bacon, con cebolla, con pepinillos, salchichas de Frankfurt, cervelas, longaniza, atún, caballa, jamón y más queso, cebolla y pepinillos.

He optado por un sándwich vegetal que han elaborado minuciosamente, a la vista, con un primor al que no estoy acostumbrado. Me había olvidado. El vegetal, claro está, no era tal, surcado como estaba de aceitunas verdes, migas de atún, dos anchoas y unas láminas de huevo duro. Salpicado.

No estaba malo el bocadillo solitario en un barrio ignoto (un barrio demasiado lejos del mío) y con acompañantes mudos e inmóviles ante un partido de fútbol aburrido, lánguido.

Resulta, después de todo esto, que me he acordado de mi diario, este mismo, que la mayoría de las veces me da miedo visitar. Y voy y lo hago, y cuento que mi bocadillo tenía demasiado poco entusiasmo, demasiada tristeza, demasiada luz de bajo consumo.

Me ha costado dos euros con cincuenta y la caña un poco menos. La melancolía era gratis.

Wednesday, January 27, 2010

EL ECO DE SITGES


En la segunda página del número del 12 de mayo de 1968 de El Eco de Sitges, emérito semanario fundado en 1886, apareció un anuncio del Restaurante Fragata que no podemos resistirnos a copiar:

“Restaurante FRAGATA se complace en participar a sus clientes y público en general, que a partir del sábado día 18 de mayo, y durante toda la temporada estival, las cenas estarán amenizadas por la pianista Rosa Mir, dentro de la línea melódica propia de un restaurante de categoría, sin que ello signifique, en modo alguno, la celebración de baile ni la transformación del establecimiento en sala de fiestas o cualquier otra actividad de tipo similar contraria a nuestra actual línea comercial”.

Olé nota de prensa. Y bien por sus principios, por la categoría del restaurante y por la línea melódica habitual. Para sí quisieran esa rotundidad y ese convencimiento muchos de los restauradores que gustan de nadar en lo ambiguo, algo que puede parecer postmoderno pero que no es ni línea comercial ni nada. Y no miramos a nadie.

Thursday, January 14, 2010

DIETAS




Frédéric Chopin y el Caballero de Seingalt, Giacomo Casanova, acabaron sus días postrados, tísico el uno, desdentado el otro, consumiendo calditos de pollo magro y verduras escurridas.

Creo que no voy a esperar tanto (o tan poco, según se mire) y a apurar los cada vez más escasos días de gloria mezclando grasas con magros, espíritus con alcoholes y aguantar, bien tieso, a verlas venir: esto se me ha ocurrido después de un plato de cocido, dos vasitos de un priorato cercano y una siesta de quince minutos. Feliz del que huye, decían los antiguos, del mundanal ruido. En silencio, pues, y con la cabeza bien alta.