Friday, June 12, 2009

E LUCEVAN LE STELLE



“…Y olía la tierra / Chirriaba la puerta del huerto / Y un paso rozaba la arena…”

Después, en la bellísima romanza del tercer acto de Tosca, el protagonista, Mario Cavaradossi, canta ante su inminente ejecución: Entrava ella, fragrante / Mi cadea fra le braccia…

Pero no. En mi cocina aún no huele a tierra ni de repente el gres se ha convertido en un lecho de turba rubia y la puerta sigue dando a la librería pequeña, delante del baño. Pero resulta que sí, que lucían las estrellas y ha entrado con pasito corto, frío, contundente, casi rabioso, ¡el primer gazpacho de la temporada!.

Benditos sean Puccini y los tomates de pera, a partes iguales.

16 comments:

edu comelles said...

yo quiero, ya! pero al sur de los Pirineos, que en cualquier otro lado no es lo mismo....

manuel allue said...

En tu pueblo actual ¿a qué saben los tomates?

aparis said...

Es verdad, el gazpacho! El gazpacho a todas horas. El vicio del gazpacho. El ciclo del gazpacho, de la estación, del mes, del tomate. Lo que más me gusta del verano es que la calle, la vida, te entra por las ventanas abiertas (no uso aire acondicionado. En cualquier momento una mosca, una hormiga, una mariposa nocturna, un geco tiene “derecho” a estar en tu casa. Esto también pasa en la época del gazpacho. Buen provecho.

manuel allue said...

Esperaba tu elogio gazpachero y tomatófilo. ¡Viva El Descubrimiento (del tomate)!.

aparis said...

Sabes cómo se dice tomate en serbo-bosnio ?

“Paradise” y lo leen como inglés “Paradais”.

Paraíso.

manuel allue said...

¡Fantástico!: il pomo d'oro.

starbase said...

Podría alentar la vieja polémica del gazpacho vs salmorejo.

Podría.

Pero no lo voy a hacer, porque en realidad prefiero el gazpacho y además no nos llevaría a ningún sitio. Salvo a hablar de gazpachos y salmorejos, que siempre es buena cosa.

Pero como que no.

manuel allue said...

Pues mira que me gusta resucitar, y sobre todo polémicas. Me gusta la del gazpacho-salmorejo, la de la solidez, la de la liquidez, la del gazpacho apepinado, la del panarra, la del blanco y la del rojo. Pero otra vez será.

Gazpacho que no has de beber, guárdalo en la nevera (por si acaso).

DESPERTAFERRO said...

Parroquia: me da igual que sea gazpacho o salmorejo siempre que no lleve pan ni esa hortaliza llamada pepino que contamina con su olor y sabor todo lo que toca.
Digo sín pan por cuestiones dietéticas y porque no disponemos de pan de harína candeal que es el que le va a esas maravillas.
Voy a preparar el salmorejo de mañana.

manuel allue said...

¡Bien por la polémica!: ¿Hay gazpacho sin pan? ¿Hay mundos fuera de éste? ¿Es Su Santidad el Papa infalible?

DESPERTAFERRO said...

Manolo: Lo de no añadir pan al gazpacho-salmorejo es cosa mía por lo dicho ( dietético y organoléptico). El cuerpo o la densidad se la doy poniendo mucho tomate y la verdad es que a la experta en esa materia (Doña Carmen) me puntua muy alto. ¿Será el cariño? ¿Será el roce?

manuel allue said...

Tomate a casi todo y para el gazpacho, dicen, sin mesura. De todas formas también hay que resucitar la polémica tomatófoba de M.V.M. que acusaba de su abuso a muchos cocineros-as de esta vera del Mediterráneo (y de la otra).

delantal said...

Entró "a la misma vez" (expresión favorita del peripatético presidente del Betis, D. Manuel) que el mío.
:D

manuel allue said...

Me alegro por tí y no por el presidente del Betis. Muy bonito eso de "a la misma vez": la corrupción, ya sabes, no tiene límites, ni siquiera lingüísticos.

DESPERTAFERRO said...

Manolo: En buena parte estoy de acuerdo con lo que decía MVM sobre el abuso tomateríl Sín embargo, lo nuestro no es abuso si nos comparamos con los italianos que no lo añaden al capuchino de puro milagro.
He visto mal-cocinar en Italia un pescado maravilloso que ha sucumbido a una descarga de tomates en la bandeja del horno.
Creo que al pescado lo tratamos mejor aquí ya que somos de la opinión de que es un astro (el pescado) que brilla o debe brillar con luz própia y que lo que necesita son pocos ingredientes para triunfar y hacernos pasar un rato agradable sentados a la mesa.
El binomio tomate-pescado lo dejo para el atún, el bacalao, la bastina etc...

manuel allue said...

Y ahí entra (y perdona por el retraso en la respuesta) la eterna discusión sobre la salsa local para el pescado, el romescu. Que si mucho, que si poco que si nada. Que si asado ("escalivat") que si crudo que si medio frito-medio asado. No tengo paciencia para conseguir uno de esos sofritos "casi negros" de Josep Pla, lentos y un punto desesperantes, pero voy intentando que el tomate no compita más con la cebolla y menos con el pescado y mucho menos al horno.

Demasiadas cosas (y, además, desordenadas)